Pocos objetos encarnan la ironía tan explícitamente como el asiento Gufram The End, concebido por Maurizio Cattelan & Pierpaolo Ferrari para Toiletpaper. Adoptando la forma de una lápida falsa de mármol, este radical asiento de poliuretano declara, con una desarmante franqueza, el fin del propio Gufram. Sin embargo, en la típica moda anti-diseño, el supuesto capítulo final no es solemne sino juguetón: la lápida es suave, ligera y perfectamente funcional como taburete. La paradoja radica en su invitación a sentarse sobre un monumento funerario, convirtiendo el duelo en humor, la rigidez en suavidad y la seriedad en sátira.
Materialidad y Artesanía
El asiento "The End" está hecho de poliuretano suave, acabado a mano para imitar las vetas y la solidez del mármol. A pesar de su apariencia monumental, es ligero y resistente. Disponible en tres colores: gris, blanco y negro, se adapta a interiores con diferentes ambientes, desde el minimalismo austero hasta la ironía teatral. Este contraste entre apariencia y realidad encarna el principio de Gufram de “verdadero-falso”, donde los objetos están diseñados para engañar, obligándonos a reconsiderar la propia naturaleza de la función y la forma. Encuentra su lugar no solo como taburete sino también como pieza coleccionable dentro del universo de decoración interior Gufram.
Contexto y Colaboraciones
Parte de la colaboración entre Gufram y Toiletpaper, The End resuena con otras creaciones radicales como los Sassi de Piero Gilardi x Gufram, o las provocaciones de Ceretti/Derossi/Rosso. También se integra perfectamente en interiores eclécticos junto a otras piezas de la colección Cattelan & Ferrari x Gufram u otros productos Toiletpaper, reforzando su naturaleza como pieza de diseño conceptual que mezcla arte y sátira. Donde sea que se coloque; sala de estar, galería o proyecto de hospitalidad, se convierte instantáneamente en un audaz iniciador de conversación.
Una Declaración Radical Anti-Diseño
El Toiletpaper The End no es simplemente un asiento; es un comentario cultural sobre la impermanencia de los objetos, marcas e incluso movimientos de diseño. Al transformar un símbolo funerario en un elemento funcional y juguetón, Cattelan y Ferrari reafirman el legado de Gufram como pionero de la provocación. Más que un asiento irónico de diseñador, The End es un icono coleccionable que encarna la sátira y la experimentación radical. Poseerlo es abrazar una obra que declara su propia conclusión; mientras paradójicamente demuestra que el Diseño Italiano Radical, y el espíritu de la colección de sofás Bocca, nunca terminarán realmente.
