Pocos objetos de diseño han logrado redefinir los límites de la imaginación tanto como el
Perchero Cactus de
Guido Drocco & Franco Mello. Nacido en 1972, su silueta surrealista y espíritu irónico lo convirtieron en una de las esculturas domésticas más reconocibles del siglo XX. Décadas después, esta leyenda renace en miniatura a través del
Guframini Cactus, una versión a escala 1:8 que condensa humor, simbolismo y arte en un coleccionable que puede vivir en un escritorio, una estantería o dentro de un interior curado. A pesar de su tamaño reducido, sigue difuminando la línea entre arte, mobiliario y provocación lúdica.
Precisión en la artesanía
Cada
miniatura de Cactus está fundida en
poliuretano suave, cuidadosamente moldeada y acabada a mano para reproducir miles de nudos, brazos ramificados y la piel texturizada del original. Disponible en colores llamativos: verde, blanco, rojo, azul y negro; la pieza permite a los coleccionistas elegir entre un homenaje fiel y una reinterpretación audaz. El alto nivel de detalle asegura que la escala no disminuya su impacto escultórico: incluso como objeto pequeño, el
Cactus conserva la riqueza material y la presencia visual del icono a tamaño real.
Un coleccionable situado entre iconos
La
miniatura Cactus de Drocco & Mello pertenece a la
colección Guframini, una serie curada que celebra las obras más icónicas de
Gufram en forma coleccionable. Junto a las miniaturas Bocca y Pratone, completa una trilogía de iconos radicales traducidos para exhibición doméstica. El
Cactus se sitúa cómodamente junto a piezas de
Studio 65 x Gufram, las provocaciones de
Ceretti/Derossi/Rosso x Gufram, u objetos eclécticos de
Cattelan & Ferrari, donde su ironía juguetona sigue generando conversación y admiración.
Preservando un legado radical
Poseer el
Guframini Cactus es más que coleccionar un objeto decorativo: es preservar un capítulo fundamental de la historia del diseño. Como
miniatura de perchero de diseñador, encapsula el experimento del movimiento Radical de disfrazar funciones cotidianas dentro de formas escultóricas. Con colores vivos y escala compacta, la miniatura mantiene vivo el poder simbólico del original; demostrando que la creatividad y la ironía perduran independientemente del tamaño, y que el espíritu del Diseño Radical Italiano sigue siendo atractivo para nuevas generaciones.