Durante los años 70, Piero Castiglioni inició su carrera con su padre Livio. Su interés y curiosidad se despierta con la introducción de las primeras lámparas halógenas en el mercado europeo. Se dedicó principalmente al diseño de iluminación (palacios, galerías de arte, museos, zonas urbanas, alumbrado público y exterior, casas particulares, showrooms). Con Piero Castiglioni comienza la figura del diseñador de iluminación. Durante su carrera tuvo importantes colaboraciones con el arquitecto Gae Aulenti y Renzo Piano. Artista de renombre internacional y diseñador de iluminación de éxito, se define a sí mismo como “más un electricista que un arquitecto”. Sus proyectos son consecuencia de una larga y reflexiva investigación realizada en el campo, dentro del espacio arquitectónico, gracias a una sólida cultura técnico-científica y una actitud empírica, alimentada por una constante curiosidad experimental.